miércoles, 29 de diciembre de 2010

Los políticos y la Navidad - P. José Antonio Fortea

Los políticos y la Navidad
P. José Antonio Fortea


(España) 28.12.10.- Si este post lo está leyendo alguna madre, le aconsejo que encauce a su hijo hacia la política. Es la mejor industria del país, no importa en que país esté leyendo este blog. Y encima es perfectamente legal. Y no sólo es legal, sino que además tiene los tipos impositivos fiscales más bajos del país. No sólo es legal, sino que además tienen dietas.

Pero no es oro todo lo que reluce, ser político es duro. Tienes que ir a cóctels continuamente, a cenas, a homenajes, a veces incluso tienes que ir a inaugurar algo, pero después hay otro cóctel.

No voy a decir eso de que en la política hay mucha corrupción. Eso es falso. La política es ya de por sí una forma de corrupción. La política es la cuba de fermentación de la honradez de los buenos chicos que son arrojados a ella. Digo que son arrojados porque evidentemente ellos no quieren arrojarse voluntariamente a ese colchón de billetes, poder, prestigio y fama que llena esa cuba. Ellos siempre lo hacen por los demás. Yo no quiero, pero me empujaron.

La única razón por la que aguantamos a los políticos es porque entre ellos y el anarquismo, todos preferimos al típico político barrigón con un puro en la mano. El anarquismo no tiene dietas, no cobra pluses, no paga mensualidades en el club más caro de Madrid, pero muestra una clara tendencia al uso de la dinamita. Y claro arreglar todo a base de dinamita no suele dar buenos resultados. La dinamita es rápida y barata, pero lo que tiene, es que lo llena todo de polvo.


 






miércoles, 22 de diciembre de 2010

Gobierno hace de España un "laboratorio de secularización", advierte experto

Gobierno hace de España un "laboratorio de secularización", advierte experto


MADRID, 21 Dic. 10 (ACI).- El director del Centro Europeo para la Ley y la Justicia (ECLJ), Grégor Puppinck, advirtió sobre la fobia anticristiana que se expande en el continente y señaló que España es ahora "un laboratorio en el que el Gobierno (socialista) está ensayando la secularización".

Puppinck se reunió con Profesionales por la Ética (PPE), el 13 de diciembre, donde abordó el caso de Soile Lautsi, la mujer italiana que en 2002 demandó al Gobierno italiano ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo, al considerar que la presencia de cruces en la escuela pública donde estudiaban sus dos hijos violaba sus derechos porque supuestamente se les imponía una determinada presencia religiosa.

Según PPE, el experto indicó que esta demanda, así como la imposición de Educación para la Ciudadanía en España, son ensayos de minorías que quieren secularizar la sociedad "a golpe de sentencia y de leyes". "Son batallas emblemáticas que debemos librar e intentar ganar también en los tribunales, aunque la lucha es de naturaleza espiritual, mucho más profunda", advirtió.

En ese sentido, destacó la posición de 21 estados europeos a favor de la presencia de las cruces en los espacios públicos. Puppinck dijo que la decisión final "influirá en la ley de libertad religiosa que se prepara en España".

Aunque en noviembre de 2009 la corte de Estrasburgo falló a favor de la mujer, el Gobierno italiano apeló la sentencia y ahora la decisión recae sobre los 17 jueces que componen la Gran Cámara del Tribunal de Estrasburgo.

El director del ECLJ defendió la presencia de la religión en la vida pública de los países, pues "la democracia necesita de la religión para mantener vivos los valores seculares sobre los que se basa".

"Los valores cristianos, de los que tanto quiere desprenderse Europa, suponen un pilar fundamental para la democracia, pues una democracia sin valores, no es una democracia legítima", afirmó.

Lamentó que los medios de comunicación refuercen a menudo ciertos prejuicios o burlas contra los cristianos. "Las ofensas también se expanden en el ámbito cultural y político, numerosas obras de teatro y de arte se mofan de los símbolos y prácticas cristianas, incluso hay políticos que se permiten la licencia de bromear con los símbolos cristianos en público", señaló.

Sin embargo, Puppinck advirtió que los valores de Occidente no pueden separarse de su raíz cristiana. Indicó que hacer que un país renuncie a su identidad es violencia y por ello llamó a derrotar esta tendencia con las armas legales, porque "Europa no puede afrontar el porvenir renunciando a sus raíces cristianas".


La intervención de Puppinck sobre la competencia entre civilizaciones puede verse en


Su diálogo sobre el caso de España se encuentra en



sábado, 18 de diciembre de 2010

Sigue magnífico Mons. Gea - P. Jorge Loring

Sigue magnífico Mons. Gea
P. Jorge Loring, S.I.


Si el artículo de ayer fue bueno, el de hoy (13-XII-2010) es magnífico: “¿Por qué no abandonan la Iglesia de una vez?”. Tiene toda la razón.

Es incomprensible que políticos socialistas voten a favor de la ley del aborto y se consideren católicos. ¿Qué organización admite a personas que rechazan su reglamento?. Tiene toda la razón.

Por eso Mons. Gea les dice: “Aceptad la doctrina de la Iglesia o marchaos de ella”.

“Quien no acepta la enseñanza de la Iglesia se sitúa fuera de ella. La enseñanza clara y definitiva de la Iglesia, ¿la admitís o no?. Porque si no la admitís os habéis situado fuera de la Iglesia. ¿Puede considerarse católico quien no admite la enseñanza del Magisterio de la Iglesia?. ¿Por qué no se arrepienten y vuelvan a ella?.

No seríais el primer caso de gente notable que han cambiado de opinión, y de abortistas profesionales que se han convertido en defensores de la vida.

Sí, queridos hermanos, la Iglesia no necesita miembros que no comulgan con ella. Necesita hombres y mujeres capaces de dar la cara por el Señor. Hombres y mujeres que no se vendan al mejor postor”.

Resulta fuerte pero tiene toda la razón cuando dice que se debería excomulgar a los que voten la ley que promueve el aborto. Su colaboración al aborto les hace responsables del crimen que tiene excomunión. Si se excomulga a una mujer responsable de un aborto, con más razón a los responsables de miles de abortos.



viernes, 17 de diciembre de 2010

La libertad religiosa es de todos, no sólo para los creyentes, dice el Papa

La libertad religiosa es de todos, no sólo para los creyentes, dice el Papa
Benedicto XVI enumera los ingredientes de la “laicidad positiva”


CIUDAD DEL VATICANO, jueves 16 de diciembre de 2010 (ZENIT.org).- El Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz, que ha sido hecho público hoy en rueda de prensa por el cardenal Peter Kowdo Appiah Turkson, contiene los “ingredientes” para una comprensión de la “laicidad positiva”, tan importante para Benedicto XVI.

De hecho, la cuestión de la “laicidad positiva”, o bien, de cuál es la correcta separación e interacción entre los poderes públicos y la religión, ha sido un tema central en los viajes a Estados Unidos, Francia, Inglaterra, etc. También se su discurso a la ONU, el 18 de abril de 2008.

Esta “laicidad positiva” consiste en la recta comprensión del derecho a la libertad religiosa, afirma el Papa, y en el subsiguiente papel del Estado en promover y respetar esa libertad fundamental.

El Papa se basa en su mensaje en dos documentos conciliares, la Declaración sobre la libertad religiosa Dignitatis humanae, y la Declaración sobre las relaciones de la Iglesia con las religiones no cristianas Nostra aetate.

La libertad religiosa, afirma el Papa, esta contenida dentro del mismo derecho a la vida, y es por tanto un derecho fundamental: “toda persona es titular del derecho sagrado a una vida íntegra, también desde el punto de vista espiritual”.

La dignidad trascendente de la persona capaz “de trascender la propia materialidad y buscar la verdad, ha de ser reconocida como un bien universal, indispensable para la construcción de una sociedad orientada a la realización y plenitud del hombre”, afirma el Papa.

Es más, la libertad religiosa “está en el origen de la libertad moral”, y debe entenderse “no sólo como ausencia de coacción, sino antes aún como capacidad de ordenar las propias opciones según la verdad”.

Por esto, entre libertad y respeto “hay un vínculo inseparable”, e igualmente “una libertad enemiga o indiferente con respecto a Dios termina por negarse a sí misma y no garantiza el pleno respeto del otro”.

“La ilusión de encontrar en el relativismo moral la clave para una pacífica convivencia, es en realidad el origen de la división y negación de la dignidad de los seres humanos”, subraya el Papa. “Es inconcebible que los creyentes tengan que suprimir una parte de sí mismos –su fe- para ser ciudadanos activos. Nunca debería ser necesario renegar de Dios para poder gozar de los propios derechos”.


Religión y sociedad

El Papa insiste en que cuando se niega la libertad religiosa, “cuando se intenta impedir la profesión de la propia religión o fe y vivir conforme a ellas, se ofende la dignidad humana, a la vez que se amenaza la justicia y la paz, que se fundan en el recto orden social”.

Esta libertad religiosa, que es “una conquista de progreso político y jurídico”, consiste en el libre ejercicio del derecho a profesar y manifestar, individualmente o comunitariamente, la propia religión o fe, tanto en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, las publicaciones, el culto o la observancia de los ritos.

Además, subraya el Papa, “no debería haber obstáculos si quisiera adherirse eventualmente a otra religión, o no profesar ninguna”.

“La libertad religiosa no es patrimonio exclusivo de los creyentes, sino de toda la familia de los pueblos de la tierra. Es un elemento imprescindible de un Estado de derecho; no se puede negar sin dañar al mismo tiempo los demás derechos y libertades fundamentales, pues es su síntesis y su cumbre”.

Esta libertad “no se agota en la simple dimensión individual, sino que se realiza en la propia comunidad y en la sociedad, en coherencia con el ser relacional de la persona y la naturaleza pública de la religión”.

La dimensión pública de la religión ha de ser siempre reconocida, respetando la laicidad positiva de las instituciones estatales. Para dicho fin, es fundamental un sano diálogo entre las instituciones civiles y las religiosas para el desarrollo integral de la persona humana y la armonía de la sociedad”.

El Papa advierte también contra “la instrumentalización de la libertad religiosa para enmascarar intereses ocultos, como por ejemplo la subversión del orden constituido, la acumulación de recursos o la retención del poder por parte de un grupo”.

“El fanatismo, el fundamentalismo, las prácticas contrarias a la dignidad humana, nunca se pueden justificar y mucho menos si se realizan en nombre de la religión. La profesión de una religión no se puede instrumentalizar ni imponer por la fuerza”, añade.


Ni fundamentalismo ni laicismo

En el punto 8 del mensaje, el Papa explicita en qué consiste, desde esta “laicidad positiva”, el papel del Estado respecto a la libertad religiosa: garantizar “el legítimo pluralismo y el principio de laicidad”, frente al fundamentalismo religioso y el laicismo.

Ambas posturas, afirma el Papa, “absolutizan una visión reductiva y parcial de la persona humana, favoreciendo, en el primer caso, formas de integrismo religioso y, en el segundo, de racionalismo”.

“La sociedad que quiere imponer o, al contrario, negar la religión con la violencia, es injusta con la persona y con Dios, pero también consigo misma”.

“Dios llama a sí a la humanidad con un designio de amor que, implicando a toda la persona en su dimensión natural y espiritual, reclama una correspondencia en términos de libertad y responsabilidad, con todo el corazón y el propio ser, individual y comunitario”.

Por eso, “las leyes y las instituciones de una sociedad no se pueden configurar ignorando la dimensión religiosa de los ciudadanos, o de manera que prescinda totalmente de ella”.

La dimensión religiosa de la persona, “al no ser una creación del Estado, no puede ser manipulada, sino que más bien debe ser reconocida y respetada”.

“El ordenamiento jurídico en todos los niveles, nacional e internacional, cuando consiente o tolera el fanatismo religioso o antirreligioso, no cumple con su misión, que consiste en la tutela y promoción de la justicia y el derecho de cada uno”, subraya el Papa.

No reconocer esta dimensión, en resumen, “expone a la sociedad al riesgo de totalitarismos políticos e ideológicos, que enfatizan el poder público, mientras se menoscaba y coarta la libertad de conciencia, de pensamiento y de religión, como si fueran rivales”.


Diálogo interreligioso

Precisamente por reconocer este papel público de la religión, los creyentes “están llamados a vivir con responsabilidad su propio compromiso en un contexto de libertad religiosa”.

“En las diversas culturas religiosas, a la vez que se debe rechazar todo aquello que va contra la dignidad del hombre y la mujer, se ha de tener en cuenta lo que resulta positivo para la convivencia civil”.

Por su parte, el Papa recuerda la doctrina conciliar de que la Iglesia “no rechaza nada de lo que en las diversas religiones es verdadero y santo”.

“Con eso no se quiere señalar el camino del relativismo o del sincretismo religioso”, pues la Iglesia “tiene la obligación de anunciar sin cesar a Cristo”, en quien “los hombres encuentran la plenitud de la vida religiosa”.

“Esto no excluye el diálogo y la búsqueda común de la verdad en los diferentes ámbitos vitales, pues, como afirma a menudo santo Tomás, «toda verdad, independientemente de quien la diga, viene del Espíritu Santo»”.



[Por Inma Álvarez]



martes, 14 de diciembre de 2010

Bien por Mons. Gea - P. Jorge Loring

Bien por Mons. Gea
P. Jorge Loring, S.I.



Mons. José Gea, antiguo obispo de Mondoñedo-Ferrol, y hoy, ya jubilado, misionero en Perú, ha publicado en RELIGIÓN EN LIBERTAD (11-XII-2010) un excelente artículo refutando unas ideas del ministro socialista Ramón Jáuregui.

Dijo el ministro que las leyes las hacen los hombres, no Dios. Y contesta el obispo que la Iglesia no hace leyes opinables, sino que enseña lo que Dios a mandado.

La Iglesia no se mete en política cuando habla del aborto, eutanasia, sexo, etc., sino que busca el bien común siguiendo el mandato de su fundador Jesucristo.

Pero los anticatólicos la quieren callada para imponer ellos sus ideas sin oposición.

Un político socialista, si es católico, debe obedecer a Dios que manda no condenar a muerte a una persona humana inocente.

Todos los responsables de la ley que permite el aborto voluntario son colaboradores de un “asesinato abominable”, como le llama el Concilio Vaticano II.

Ningún católico puede apoyar esa ley, porque dice la Biblia que “hay que obedecer a Dios antes que a los hombres” (Hechos 5, 29).



viernes, 3 de diciembre de 2010

Persecución religiosa en la España actual‏ - Pedro L. Llera Vázquez

Persecución religiosa en la España actual‏
Pedro L. Llera Vázquez


El autor se cuestiona: ¿Prohibirán las procesiones de Semana Santa?, ¿Denunciarán el Concordato con la Santa Sede?, ¿Prohibirán los Colegios Católicos?, ¿Volverán a quemar templos?, ¿Y a fusilar católicos?... [Creemos que cualquier parecido con nuestra Argentina, no es pura casualidad]. Pero vayamos ahora al artículo en cuestión.


En el artículo anterior repasaba el panorama de las persecuciones a la Iglesia en el ámbito internacional: China, Corea del Norte, los países islámicos, los de mayoría budista, etcétera. Quisiera ahora reflexionar brevemente sobre la situación de la Iglesia en España. Resulta obvio que aquí, al menos por ahora, no se asesina a sacerdotes ni se queman iglesias. Eso forma parte de nuestra memoria. En los años treinta, España sufrió una de las mayores persecuciones religiosas de la historia. No es el caso en la actualidad.

Hoy por hoy, y desde la aprobación de la vigente constitución de 1978, España se constituye como un Estado aconfesional; es decir, que el Estado español no se identifica con ninguna religión, aunque se especifica que, por ser la católica la religión mayoritaria, se debe mantener una especial relación de colaboración con la Iglesia Católica. El Estado no es católico, pero sí lo somos la mayoría de los españoles y esa realidad debe ser respetada por las Instituciones de la Nación.

No obstante, en los últimos tiempos, el Gobierno socialista se ha empeñado en poner en marcha una auténtica cruzada contra la Iglesia. De la laicidad positiva, que considera que la religión es un hecho bueno y enriquecedor para la sociedad que se debe favorecer y apoyar, pasamos al laicismo agresivo que busca eliminar cualquier referencia religiosa de la vida pública.

Las medidas legislativas que se han ido aprobando en los últimos años en este sentido laicista son de todos conocidas:

1. Asignaturas adoctrinadoras, como Educación para la Ciudadanía, que pintan generalmente a la Iglesia como el malo de la película y plantean, de manera obligatoria y para todos (con exámenes y notas), contenidos abiertamente contrarios a la moral católica, sin tener en cuenta que las decisiones en este ámbito corresponden a los padres.

2. Leyes abiertamente contrarias a la familia, como la que legaliza el mal llamado matrimonio homosexual o la del “Divorcio Express”, que facilita el repudio sin tener que justificar motivo alguno para la ruptura.

3. Una ley del aborto que convierte el crimen abominable de la matanza de niños inocentes a la categoría de derecho de la mujer y que pretende igualmente pervertir a nuestros hijos en la promiscuidad y en la irresponsabilidad en el ámbito de la sexualidad, desde planteamientos hedonistas hasta la náusea.

4. La llamada Ley de la Memoria Histórica, que desde unos presupuestos maniqueos (en donde los católicos somos los malos, claro está), demagógicos y populistas, pretende llevar a cabo un revisionismo histórico sectario y mentiroso sobre lo sucedido en la Guerra Civil Española.

Pero el laicismo agresivo contra la Iglesia no se manifiesta sólo en las leyes. Va mucho más allá. Los ataques reiterados y ofensivos hacia los sentimientos religiosos de los católicos españoles desde los medios de comunicación afines al gobierno (intelectuales orgánicos y medios al servicio del poder) se repiten una y otra vez: exposiciones blasfemas; marchas del “Orgullo Gay” que aprovechan para ridiculizar a curas, monjas y obispos; programas de radio y televisión que no pierden ocasión de burlarse de la Iglesia; películas que presentan a los cristianos como bárbaros asesinos; otras que sirven de propaganda anticlerical o a favor de la eutanasia, etc. Y añadamos a todo lo anterior el intento permanente de eliminar crucifijos y símbolos religiosos del ámbito público con el pretexto de que “ofenden” a los no creyentes.

El cierre de la Basílica del Valle de los Caídos al culto constituye el último ataque a la libertad de este gobierno tan “tolerante” con todos menos con los católicos. Y lo hacen coincidir con la visita del Papa a España. El sectarismo de un Ejecutivo que gobierna contra más de la mitad de los Españoles no tiene parangón, al menos en Europa. Medidas legislativas y educativas contra los católicos, burlas, ridiculizaciones, blasfemias, demagogia, populismo de la peor calaña y mentiras descaradas contra la Iglesia y los católicos. Veamos algunas de estas mentiras:

1.- Los curas son todos unos pederastas o gente de moral dudosa. Es cierto que resultan escandalosos y reprobables los casos de pederastia entre clérigos y religiosos que se han destapado en los últimos años. Pero de ahí a extender la sospecha sobre la totalidad de los sacerdotes media un abismo. La mayoría de curas y religiosos son personas de una moralidad ejemplar y entregados en cuerpo y alma a su ministerio.

2.- La Iglesia es homófoba. Falso. La Iglesia respeta la dignidad de todo ser humano, independientemente de su tendencia sexual. Se condenan como pecado las prácticas homosexuales, pero no se cuestiona la dignidad de los homosexuales: se condena el pecado, pero no al pecador. Y, desde luego, nos parece una barbaridad que se persiga o se discrimine a los homosexuales o que, como ocurre en otras “culturas”, se les cuelgue en la plaza pública.

3.- La Iglesia es rica. El Vaticano está lleno de oro y de obras de arte. Otra mentira muy extendida. El Vaticano y sus obras de arte son patrimonio de todos los católicos (presentes, pasados y futuros): no del Papa. ¿Sería mejor vender la Capilla Sixtina?. ¿Quién iba a comprarla?. ¿Cuánto valor tiene?. La Iglesia es la Institución que más recursos destina a ayudar a los más necesitados del mundo. Caritas no es una organización al margen del Papa o de los obispos: es la Iglesia misma que, en España, hoy por hoy, está ayudando a más de 800.000 familias sin recursos. Esto, por no hablar de la labor de los misioneros en los países más pobres. Algunos piensan que la Iglesia de la Madre Teresa de Calcuta es otra distinta a la del Papa y eso sólo demuestra su ignorancia total de lo que es la Iglesia. Si no hubiera Papa ni obispos, tampoco existirían las Hermanitas de la Caridad. En la Iglesia hay distintos ministerios, distintas funciones y distintos carismas, pero la Iglesia es una. Y es el Santo Padre el que garantiza la unidad de todo el cuerpo eclesial del que formamos parte con igual dignidad todos los bautizados: cada uno en nuestro puesto y con nuestras características diferenciales y nuestras responsabilidades.

4.- El gobierno financia a la Iglesia y paga a los curas y obispos. Otra mentira más. La Iglesia se financia con la crucecita que los católicos ponemos en nuestra declaración de la renta y con los donativos que los fieles aportamos libremente para el sostenimiento de la Iglesia.

5.- Para la Iglesia, todo lo que tiene que ver con el sexo es pecado. Esta es otra mentira con mucho gancho. El sexo forma parte de la naturaleza del ser humano y, como cualquier realidad creada por Dios, es algo bueno y positivo. Pero para los católicos, las relaciones sexuales deben ir vinculadas a otros valores como el amor, la fidelidad o la familia. Lo que para nosotros resulta inadmisible es que se banalicen las relaciones sexuales y que se fomente la promiscuidad y el hedonismo zafio y ramplón entre nuestros niños y jóvenes, como una forma de alienación y de búsqueda irresponsable del placer a toda costa. O que se favorezca una imagen del hombre y de la mujer como pura mercancía sexual; o que se promueva la pederastia o las prácticas sexuales más aberrantes como si valiera todo, con tal de conseguir placer.

Con todas estas mentiras, con todas estas leyes beligerantemente anticatólicas, con este panorama que acabamos de presentar, ¿cómo va a acabar esto?. Primero se ríen de nosotros, luego legislan contra nosotros, nos ridiculizan, blasfeman, injurian; nos acusan de fascistas y de retrógrados. ¿Cuál es el siguiente paso?. ¿Prohibir las festividades católicas?. Los belenes ya están prohibidos en algunos colegios y las cruces ahora resultan “ofensivas” en las escuelas y hay que quitarlas. ¿Prohibirán las procesiones de Semana Santa?. ¿Denunciarán el Concordato con la Santa Sede?. ¿Prohibirán los Colegios Católicos?. ¿Les quitarán los conciertos?. ¿Cuánto tardarán en pasar de reírse de nosotros a la agresión violenta?. ¿Cuánto tardarán en surgir grupos de “radicales incontrolados” que traduzcan ese odio en violencia?. ¿Volverán a quemar templos?. ¿Y a fusilar católicos?. Ya veremos, pero no vamos por buen camino. Primero se siembra el odio hacia los católicos, luego se va a por ellos. ¿Estaría el Santo Padre tan equivocado cuando, en su reciente visita a España, se refirió al laicismo agresivo que se vive hoy en España?.


 




martes, 23 de noviembre de 2010

Los católicos en la Política, entre resistencias, espera y reanudación - Clarence Green

Los católicos en la Política, entre resistencias, espera y reanudación
Los valores no negociables no son una opción confesional, son una opción por el bien común
Clarence Green (L'Ottimista)


Activada la fase de la “resistencia”, casi agotada la fase de “espera”, para los católicos empeñados en política está por abrirse la era de la “reanudación”. Siguiendo la huella de la publicación el Católico en Política: manual para reanudarlo (Cantagalli, 2010), del Arzobispo de Trieste, Mons. Giampaolo Crepaldi, la Universidad Europea de Roma, el pasado 16 de noviembre, luego de la inauguración del año académico 2010/11, realizó el debate “el católico en política” promovido por la Fundación L’ottimista.

La relación del Arzobispo de Trieste se presentó junto con la intervención de cuatro parlamentarios de diversas extracciones y experiencias políticas, pero todos unidos por una profunda fe católica, con participación cotidiana a la Santa Misa, valga decir. El director editorial del Ottimista, Antonio Gaspari, moderador de la mesa redonda, recordó que la gran limitante de los católicos en política era y está representada por la “ausencia de un proyecto cultural y de una debilidad en la respuesta al proceso de secularización”. La nueva misión es vencer la irrelevancia del pensamiento católico en el ámbito político y cultural, del que cada hombre de institución debe hacerse cargo. Un desafío dramático y, al mismo tiempo, cautivante, cuyo punto de partida es la reevaluación, tanto deseada por el teólogo, recientemente beatificado, John Henry Newman. Como explicó la honorable Paola Binetti, la consciencia representa nuestra capacidad de “discernir frente a tantos mensajes, ‘veloces’, frecuentemente inquietantes y contradictorios”. Nos encontramos entonces frente a un empalme, a una ocasión histórica que los políticos católicos tienen para volver a tomar seriamente en la mano el timón de la sociedad y mejorarla. El camino justo es fácilmente individuable en la Doctrina Social de la Iglesia que ejemplifica bien los valores no negociables, respecto a los cuales el político católico no puede contravenir absolutamente en nombre de ningún tipo de consenso electoral.

Distinta es la Doctrina económica de la Iglesia pero nada independiente de los valores del todo no negociables. A este propósito el honorable Alessandro Pagano citó la negatividad más evidente de los últimos decenios: disminución demográfica, consumismo desenfrenado, crecimiento del PIL con fin en sí mismo, endeudamiento. “Por años el crecimiento de la población se vio como un obstáculo al desarrollo – observó Pagano -. El resultado fue el envejecimiento de la población con un consecuente aumento del gasto social y pensional, como consecuencia la presión fiscal. Contrario a esto se puede constatar que son los países con mayor crecimiento demográfico (India, Turquía, Brasil, etc.) los que avanzan económicamente”, no es un caso.

La opción de cambio propuesta por la Doctrina Social de la Iglesia implica a veces hacer opciones radicales como por ejemplo el abandono del propio partido o de la propia formación: esto fue lo que le sucedió a la misma Binetti, que el invierno pasado dejó el partido Democrático y se unió al UDC, o al honorable Francesco Saverio Romano que hace dos meses abandonó el UDC para pasar al grupo mixto y apoyar “por una cuestión de responsabilidad” el gobierno Berlusconi. “Un retorno a la unidad de los católicos podría ser una opción no arriesgada – afirmó Romano -. Lo que yo auspicio es sobre todo un partido donde los católicos sean prevalentes. Es pues necesario un cambio cultural a fin que los poderes hasta hoy ‘no controlables’ por la voluntad popular, como el judicial, financiero o mediático, puedan ser redimensionados”.

Un punto firme es representado por la confesionalidad de los valores católicos aplicados a la política, no por fruto de una opción de fe sino por beneficios para la sociedad civil. Lo recordó el senador Stefano De Lillo según el cual “debemos empeñarnos y ‘ensuciarnos las manos’ porque la historia nos da la razón. Pienso en la cuestión demográfica, también en el daño efectivo de un instrumento abortivo como la píldora RU486”.

A la conclusión de la conferencia Mons. Crepaldi recordó que la Iglesia plantea problemas de carácter ético, sin embargo es tarea de la política proveer las soluciones. El núcleo base es constituido obviamente por los valores no negociables: “Un país que no sostiene la vida, ¿qué país es?. Si consideramos ‘progreso’, asesinar un ser humano por medio del aborto o de la eutanasia, si la cultura de la muerte prevalece sobre la cultura de la vida no vamos lejos…”, declaró. Entonces sobre este desafío es que se articulará el reanudar la política de los católicos. No es pensable, todavía, un renacimiento de ellos si no se procede a una “acumulación cultural que derrote las aporías y las contradicciones de estos últimos decenios. Los políticos católicos podrán hacerlo solamente si saben ser fieles al Papa y a su magisterio”, concluyó Mons. Crepaldi.






lunes, 22 de noviembre de 2010

En la vida de todos debe reinar Cristo, afirma Obispo argentino

En la vida de todos debe reinar Cristo, afirma Obispo argentino



PUERTO IGUAZÚ, 22 Nov. 10 (ACI).- "Como seguidores de Jesucristo debemos procurar que Él reine en toda nuestra vida y que toda nuestra historia esté orientada hacia Él", afirmó ayer el Obispo de Puerto Iguazú, Mons. Marcelo Martorell, en su homilía por la solemnidad de Cristo Rey.

"Desde su cruz Cristo atrae a sí a todos los hombres y tiene sus brazos abiertos de par en par para recibir a todo el que se arrepienta y crea que Él es el Salvador" dijo Mons. Martorell, a la vez que señaló que "a Dios no le importa el pasado de pecado del hombre, pero sí le importa su futuro y su futuro eterno y pleno".

"Todos los hombres salvados por Él constituimos su Reino, su Iglesia", afirmó el Obispo, "de la que Cristo es su Cabeza, su Esposo y su Pastor".

Durante su homilía, Mons. Martorell también recordó que Jesús nos enseña la oración del Padre Nuestro "para pedirle al Padre que venga a nosotros su reino de amor, de solidaridad, de servicio, de justicia y de paz".



lunes, 15 de noviembre de 2010

El siempre difícil encuentro religión, política y cultura

El siempre difícil encuentro religión, política y cultura


Buenos Aires, 15 Nov. 10 (AICA).- Los encuentros y desencuentros entre religión, política y cultura fue el tema del panel realizado el 10 de noviembre por el área de Fe y Cultura de la arquidiócesis de Buenos Aires y del que participaron monseñor Alfredo Zecca, la diputada Patricia Ruiz Moreno de Ceballos, y el doctor Gabriel Limodio.

Presentados por el responsable de la Comisión Arquidiocesana de Cultura, presbítero Nicolás Sundblad, el encuentro se realizó en la sede de la Pastoral Universitaria de Buenos Aires ante un nutrido grupo de personas, en su mayoría jóvenes universitarios.

Monseñor Zecca expresó que la cuestión clave para comprender nuestro tiempo es la Verdad, porque ésta no surge por fruto del consenso, sino que se accede a ella por la fe y la razón.

Así, se refirió al problema del relativismo, tal como lo expresó en reiteradas oportunidades el papa Benedicto XVI. Explicó que el relativismo hoy se presenta en varias dimensiones: cultural, gnoseológico, metafísico, moral y teológico-religioso. Y llamó a vivir una adecuada relación entre verdad, libertad, bien y amor.

En tanto, el doctor Limodio, decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Católica Argentina (UCA), presentó las diferencias entre legítima laicidad y laicismo, sobre todo a partir de las enseñanzas del Santo Padre.

Enfatizó que este tema es central en el magisterio del actual Pontífice y remarcó que así como la idea de laicidad es una contribución de la Iglesia a la sociedad, la Iglesia tiene el derecho de intervenir en los debates públicos cuando se trata de los denominados "valores no negociables" o "núcleos indisponibles".

Luego, la diputada Ruiz Moreno de Ceballos se refirió a los encuentros y desencuentros en el campo de la vida y la familia. Allí señaló la necesidad de que quienes están convencidos del valor de la vida humana se presenten al debate político con tres actitudes fundamentales: la serenidad, la libertad y la búsqueda del consenso. En este sentido, no es un consenso que crea la verdad, sino un consenso en torno a la verdad.

Enfatizó que al debate sobre aborto hay que incorporar el punto sobre el comienzo de la persona y que la legalización del aborto supone un quiebre social muy serio. Asimismo, destacó la necesidad de recuperar la esencia del ser mujer, que es la maternidad, como capacidad de dar acogida y contención a otra persona. Y llamó a vivir ese ser mujer en complementariedad con el varón.




sábado, 13 de noviembre de 2010

Alerta sobre caníbales sociales que erosionan la comunidad nacional

Alerta sobre caníbales sociales que erosionan la comunidad nacional


Buenos Aires, 11 Nov. 10 (AICA).- El presidente del Consejo Superior de Educación Católica (CONSUDEC), presbítero Alberto Bustamante, alertó sobre los “talibanes del derecho a hacer lo que se me antoja”, que se convierten en “caníbales de la vida social” e imponen su derecho “absolutizado, comiéndose los derechos de los demás”, y aseguró que “con esta mentalidad, lo sabemos bien, es imposible sostener el Estado de derecho, la república y el sistema democrático. Es imposible ser pueblo”.

“Estamos asistiendo cotidianamente, a través de distintas manifestaciones en nuestra querida Argentina a expresiones sociales que tienen este fundamento de ‘fundamentalismo individualista’, que erosiona la comunidad nacional y lo que es peor se lo pretende ‘vender’ como compromiso social”, cuestionó en su editorial mensual.

El sacerdote consideró que “confundir a hostiles y, muchas veces, prepotentes y organizados individualistas, que imponen totalitariamente al resto de la comunidad ‘los antojos de sus rebeldías’, con ‘comprometidos sociales’, es un despropósito que atenta contra el pueblo humilde que peregrina en su trabajo diario”.

“Un pueblo humilde expuesto a la sinrazón de los que cortan calles, toman escuelas, Ministerios, hacen justicia por mano propia. A la sinrazón de la confrontación, no ya del clásico dialéctico obrero- patrón, sino de una versión corregida y aumentada ‘made in Argentina’: el clásico obrero contra obrero, piloto de avión contra piloto de avión, empleado del subte contra empleado del subte; que convierte a la comunidad en un rehén sometido al individualismo totalitario de grupos que luchan por sus propios intereses disfrazados de comprometidos sociales e inquietos políticos”, graficó.

El presbítero Bustamante recordó que “hace tiempo advertía con claridad un importante político argentino: ‘Asistimos, en nuestro tiempo, a un desolador proceso: la disolución progresiva de los lazos espirituales entre los hombres. Este catastrófico fenómeno debe su propulsión a la ideología egotista e individualista, según la cual toda realización es posible sólo como desarrollo interno de una personalidad clausurada y enfrentada con otras en la lucha por el poder y el placer”.

“Quienes así piensan sólo han logrado aislar al hombre del hombre, a la familia de la Nación, a la Nación del mundo. Han puesto a unos contra otros en la competencia ambiciosa y la guerra absurda -lamentó-. Todo este proceso se funda en una falacia: la de creer que es posible la realización individual fuera del ámbito de la realización común”.

Por último, el presidente del CONSUDEC sostuvo que “urge recuperar el concepto de persona si queremos salvar la comunidad, la vida del pueblo; ya que la persona hace referencia necesariamente a la comunidad humana, al bien común”.



viernes, 12 de noviembre de 2010

Experto argentino rechaza legalizar fecundación artificial

Experto argentino rechaza legalizar fecundación artificial


BUENOS AIRES, 11 Nov. 10 (ACI).- El director del Servicio a la Vida del Movimiento Fundar, Nicolás Lafferriere, se opuso a la legalización de la fecundación in vitro porque vulnera la dignidad humana al prescindir del acto sexual para la creación del embrión y porque durante el procedimiento varios embriones –que ya son personas–, son eliminados.

En un comunicado, Lafferriere hizo esta advertencia ante el debate en la Cámara de Diputados de la Nación de varios proyectos de ley para legalizar la procreación artificial.

"El Magisterio de la Iglesia Católica es claro en señalar que el legislador no puede autorizar estas técnicas pues la transmisión de la vida humana no puede quedar reducida a meros procedimientos técnicos que no resultan proporcionados con la dignidad de cada vida humana" y porque durante el proceso de selección el derecho a la vida de muchos de estos es vulnerado, expresó.

Recordó que la fecundación in vitro disocia procreación y sexualidad, "de modo que la transmisión de la vida humana ya no se realiza en su ámbito propio, que es la unión conyugal, sino en el campo de un acto técnico, sometido a mecanismos de control y manipulación".

En este acto técnico, indicó, se vulnera el principio bioético de la dignidad humana debido al "alto número de embriones concebidos que mueren", la crioconservación de embriones, la eliminación de unos con fines científicos y de otros que son considerados "no aptos luego de la realización de un diagnóstico preimplantatorio".

Asimismo, advirtió sobre la cosificación del ser humano, debido a la lógica "productiva" en la transmisión de la vida; así como la mentalidad eugenésica en la selección de los embriones.

Lafferriere también recordó que la Constitución Nacional, los tratados internacionales y el Código Civil reconocen el comienzo de la vida desde la concepción, por lo que "cualquier legislación en el tema debe reconocer este punto de partida y adoptar las medidas para proteger al concebido, su dignidad y derechos fundamentales".

"Las nuevas posibilidades abiertas por las biotecnologías aplicadas a la vida humana necesitan encontrar un cauce seguro que garantice que su aplicación no se vuelva en contra de la misma persona. Sólo respetando la inviolabilidad de cada vida humana, la dignidad de la persona y la originalidad de la transmisión de la vida humana será posible que la biotecnología contribuya al bien de la persona, la familia y la sociedad", señaló.

La doctrina católica se opone a la fecundación in vitro por dos razones primordiales: primero, porque se trata de un procedimiento contrario al orden natural de la sexualidad que atenta contra la dignidad de los esposos y del matrimonio; segundo, porque la técnica supone la eliminación de seres humanos en estado embrionario tanto fuera como dentro del vientre materno, implicando varios abortos en cada proceso.


*   *   *


No deje de ver el siguiente video de Mons. Héctor Aguer, Arzobispo de La Plata, sobre la "Técnica de Fecundación In Vitro":

 






jueves, 11 de noviembre de 2010

El Papa cree que España debe responder al desafío del laicismo

El Papa cree que España debe responder al desafío del laicismo
Juan Vicente Boo


Benedicto XVI se muestra preocupado por la necesidad de reconducir en nuestro país el enfrentamiento entre fe y laicidad


Durante su vuelo hacia Santiago de Compostela, Benedicto XVI manifestó a los periodistas su amor por nuestro país pero al mismo tiempo su preocupación por la reapertura del enfrentamiento entre fe y laicidad, que es necesario reconducir a un encuentro entre ambas. El Papa reveló que cuando decidió crear el Consejo Pontificio para la Nueva Evangelización, pensaba «en todos los grandes países de Occidente pero sobre todo en España”, donde también se ha vuelto necesario responder a los desafíos del laicismo y explicar la fe con un lenguaje contemporáneo.

Su tono no era agresivo sino conciliador, como se habla o aconseja a una persona que se quiere. Por eso le preocupa que el país que tanto contribuyo a la renovación del catolicismo con figuras como Ignacio de Loyola, Teresa de Ávila o Juan de la Cruz fuese también escenario de un poderoso brote de “laicismo, secularismo y anticlericalismo, sobre todo en los años 30 del siglo pasado”. Y, sobre todo, que esa disputa antigua “entre fe y modernidad ocurre también hoy de manera muy vivaz”. Por eso advirtió que “para el futuro es necesario que no haya un enfrentamiento sino un encuentro entre fe y laicidad”.

Comentando el gran valor simbólico del templo de la Sagrada Familia de Barcelona, el Santo Padre invitó a redescubrir “el valor de la familia como célula fundamental de la sociedad, que es el gran tema de hoy”. E insistió en que “es el tema fundamental, pues Dios mismo se hizo hijo en una familia” y nos enseña a ser familia. Un mensaje útil en todos los lugares pero de modo especial en España.

Hablando como peregrino, el Papa recordó que el Camino de Santiago contribuyó a “formar la unidad espiritual del continente europeo, y es un fenómeno que hoy renace”, como demuestran las colas para entrar en la catedral por la Puerta Santa.


País predilecto

Benedicto XVI volaba rumbo a un país predilecto, pues a esta segunda visita después del viaje a Valencia en el 2006 seguirá una nueva cita en Madrid el próximo mes de agosto para la Jornada Mundial de la Juventud que convertirá a España en el país más visitado por el Papa alemán. A preguntas de los periodistas, el Santo Padre reconoció que esta primacía es, efectivamente, “un signo de amor” por nuestro país.

El profesor que ha dedicado buena parte de su vida a restablecer la armonía entre fe y razón, explicó que “hay también una armonía entre fe y arte”, como enseña la vida de Antoni Gaudí y su gran templo de la Sagrada Familia, al que llamó repetidamente “una catedral” por sus dimensiones y por su continuidad arquitectónica con las grandes catedrales europeas del segundo milenio.





martes, 9 de noviembre de 2010

El cristianismo sabe distinguir poder espiritual y poder político

El cristianismo sabe distinguir poder espiritual y poder político


La Plata (Buenos Aires), 3 Nov. 10 (AICA).- El obispo auxiliar de La Plata y responsable de la Comisión Episcopal de Seguimiento Legislativo, Antonio Marino, entrelazó la religión, la moral y la ciencia, al disertar sobre “Iglesia y sociedad en tiempos de laicismo y relativismo”, en el marco del III Congreso de Constructores del Bien Común, que organizó recientemente la Fundación Latina.

El prelado advirtió sobre “un relativismo moral que se vale de una explicación constructivista, que se ve reflejada, a modo de ejemplo, en programas y textos redactados por el Ministerio de Educación de la Nación, en los conocidos ‘Cuadernos de Educación Sexual Integral’”.


Todo es relativo menos el dogma relativista

Lamentó que hoy sea “imposible hablar de verdades y derechos absolutos” y que “ni siquiera es absoluto el derecho a la vida del niño por nacer, del cual se negará su condición de persona”.

“Pero este relativismo ético es, a su vez, un absoluto -aseguró-. Todo es relativo menos el dogma relativista, al cual se lo considera como el fundamento de la tolerancia, del diálogo, de la libertad de expresión, valores todos estos que posibilitan la democracia. De este modo, el principio relativista aparece como el fundamento filosófico y la condición de existencia de la democracia”.

Monseñor Marino llamó a estar precavidos para “no caer en un relativismo absoluto, porque hay cosas que son moralmente malas y lo son intrínsecamente, y nunca se convertirán en buenas por ninguna circunstancia o finalidad intentada, como por ejemplo matar a un inocente en el seno de su madre; o imponer al niño y al joven una enseñanza que contradice los principios morales de sus padres, negando así el derecho inalienable a la patria potestad; o bien, llamar matrimonio a una realidad que no lo es”.


Laicidad y laicismo

El prelado alertó que “si tomáramos en serio la propuesta de erradicar los símbolos religiosos de las instituciones civiles y de los espacios públicos, esto nos llevaría muy lejos. La aplicación coherente y sistemática de este principio impulsado por una minoría, parece creer que en la organización de la sociedad se puede ignorar su pasado y su identidad histórica y cultural”.

“Esto equivaldría a pretender fundar nuevamente la patria sobre fundamentos diversos de los ya puestos. Sería preciso cambiar el preámbulo de la Constitución Nacional donde invocamos a Dios como ‘fuente de toda razón y justicia’. Habría también que eliminar el artículo 2 de la misma, conforme al cual la Iglesia Católica es considerada como una institución de derecho público”, indicó.

Asimismo, consideró que “deberíamos notar que según la misma línea argumentativa, que ve en los símbolos religiosos una amenaza para la democracia y la libertad, deberíamos entonces cambiar los nombres de innumerables ciudades, provincias y calles que llevan la marca de lo cristiano y católico. Por no hablar de los resabios del lenguaje bíblico que han quedado impresos en las lenguas romances y en la lengua castellana en que nos expresamos, y que sería largo ilustrar”.

“Subyace en esta postura el temor de una indebida injerencia de la autoridad eclesiástica en las instituciones civiles de la República. La tensión no es de ahora. Pero una mirada serena y objetiva sobre la historia de la cultura occidental, nos llevaría a descubrir que es precisamente el cristianismo la fuerza espiritual que ha llevado a distinguir, sin oponer, el ámbito del poder espiritual y el ámbito del poder político. ‘Dad al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios’. Rectamente entendida la laicidad del Estado se origina con la fe cristiana. Otra cosa distinta es el laicismo, que intenta marginar a Dios de la vida pública”.



lunes, 1 de noviembre de 2010

Regresa el debate sobre la relación entre fe y política - P. John Flynn

Regresa el debate sobre la relación entre fe y política
P. John Flynn, L. C.,


Ante la inminencia de las elecciones en los Estados Unidos


ROMA, domingo, 31 de octubre de 2010 (ZENIT.org).- Con las elecciones norteamericanas cada vez más cerca, vuelven a estallar el debate sobre las relaciones Iglesia-Estado y las creencias religiosas de los candidatos.

Los expertos han especulado sobre el modo en que la afiliación religiosa afectará a los votantes, especialmente con asuntos tan controvertidos como la reforma sanitaria y los cambios de las leyes de inmigración todavía frescos.

A principios de este mes los siete obispos católicos del Estado de Nueva York publicaban una declaración para ayudar a la gente a valorar a qué candidatos convenía votar. Los católicos, afirmaban, deben juzgar los temas políticos a través de la lente de la fe y no guiarse sólo por el propio interés o la lealtad a un partido.

Los obispos mencionaban algunos temas, desde los relacionados con la vida a la guerra y a la paz y la educación. Es raro, admitían, encontrar un candidato que esté de acuerdo con la Iglesia en todas las materias, pero no todas tienen el mismo peso.

Tras recomendar el documento del 2008 "Formar las Conciencias de los Ciudadanos Creyentes", publicado por los obispos de Estados Unidos, los prelados de Nueva York indicaban: "El derecho inalienable a vivir de toda persona humana inocente pesa más que otras preocupaciones en las que los católicos pueden usar su juicio prudente, tales como afrontar mejor las necesidades de los pobres o aumentar el acceso para todos a la sanidad".

Animaban a los católicos a tomarse tiempo para estudiar las posiciones de los candidatos y concluían con una lista de preguntas que la gente debería hacerse antes de decidir a quién votar.

La cuestión del impacto de la fe en la política ha sido un tema al que ha hecho alusión en varias ocasiones recientes Benedicto XVI. En un mensaje el 12 de octubre al cardenal Angelo Bagnasco, presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, el Papa afirmaba que es necesario que la política y la sociedad se guíen por la consideración del bien común.

Los valores cristianos son útiles no sólo para determina aquello que abarca este bien común, hacen una aportación indispensable, añadía.


Una nueva generación de políticos

En el mensaje enviado con motivo de la Semana Católica Social Italiana, Benedicto XVI pedía una nueva generación de católicos que se presentara y se mostrara activa en política. Esta participación debería basarse en una sólida formación intelectual y moral que permitiera la formación de principios éticos basados en verdades fundamentales, de manera que las decisiones no se basaran en el egoísmo, la avaricia o la ambición personal.

En un momento en que los políticos suelen caer en el desprecio o en el ridículo, el Pontífice indicaba que: "el comportamiento socio político, con los recursos y actitudes espirituales que exige, sigue siendo una alta vocación, a la que la Iglesia invita a responder con humildad y determinación".

En cuanto al papel de la Iglesia, el Papa afirmaba que: "la Iglesia católica tiene un legado de valores que no son cosas del pasado, sino que constituyen una realidad muy viva y actual, capaz de ofrecer una pauta creativa para el futuro de una nación".

Este mensaje lo escribía el Papa tras su importante discurso sobre las relaciones Iglesia Estado durante su reciente visita a Escocia e Inglaterra. Dirigiéndose a los políticos y líderes en el Westminster Hall de Londres, el Papa mantenía que la religión no es un problema que tengan que resolver los legisladores, sino que tiene una aportación vital que hacer a la política.

El Santo Padre señalaba lo inadecuado de basar el futuro de una nación en consideración a corto plazo de mera naturaleza política y animaba a sus oyentes a considerar la importancia de la dimensión ética de hacer política.

Esta dimensión ética no tiene que depender de una fe particular, sino que puede basarse en la formulación de la razón de los principios morales objetivos. No es como si la religión impusiera sus creencias, sino que ayuda a guiar la razón hacia el descubrimiento de los principios éticos. Por tanto, observaba el Papa, la religión necesita la asistencia de la razón para guardarse de formas distorsionadas de religión, como el sectarismo y el fundamentalismo.

La religión tiene un papel legítimo en la vida pública, indicaba el Pontífice, y no debería ser marginada.

"Este es el porqué sugeriría que el mundo de la razón y el mundo de la fe - el mundo de la racionalidad secular y el mundo de la creencia religiosa - necesita uno del otro y no deben temer entrar en un profundo y constante diálogo, para el bien de nuestra civilización", concluía.

Sólo unos días después, Benedicto XVI había expresado puntos de vista similares al nuevo embajador alemán. En su discurso del 13 de septiembre, el Papa observaba que, si se abandona la fe en un Dios personal, la diferencia entre el bien y el mal se oscurece. Esto conduce a que las acciones se dirijan por consideraciones de interés personal y poder político.


Fundamentos de la relación fe cristiana y política

Los cristianos convencidos dan testimonio a la sociedad de que es legítimo un orden de valores. En este sentido, el cristianismo tiene un papel fundamental, "al poner los fundamentos y formar las estructuras de nuestra cultura", explicaba el Papa.

Lamentaba la creciente tendencia a eliminar los conceptos cristianos de matrimonio y de familia de la conciencia de la sociedad. El Papa señalaba que la Iglesia no puede dar su aprobación a iniciativas legislativas que aprueben modelos alternativos a la vida matrimonial y familiar.

Haciendo referencia al campo de la biotecnología y la medicina, afirmaba que lo que se necesita es una cultura de la persona fundada en la ley natural que proteja y defienda contra las violaciones de la dignidad humana.

Este sólido fundamento proporciona una defensa contra la tendencia al relativismo, un peligro contra el que el Papa ha advertido en numerosas ocasiones. Volvía a hablar sobre esto en un discurso el 8 de septiembre a los miembros de la Mesa de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa.

Es imprescindible, declaraba, defender la validez universal del derecho a la libertad religiosa. Si los valores, derechos y deberes no tienen un fundamento objetivo racional, no pueden ofrecer una guía a las instituciones internacionales.

La fe cristiana es una fuerza positiva en la búsqueda de una fundamentación para estos derechos en la dignidad natural de la persona, ayudando a la razón a buscar una base para esta dignidad, comentaba el Papa.


La contribución de la religión

En estas últimas declaraciones sobre el papel de la religión en la política el Papa ha hecho referencia a su encíclica de 2009 "Caritas in veritate". En aquel documento rechazaba que la afirmación de que la Iglesia interfiere en la política: "Tiene una misión de verdad que cumplir en todo tiempo y circunstancia a favor de una sociedad a medida del hombre, de su dignidad y de su vocación" (número 9).

Refiriéndose al desarrollo de las naciones, Benedicto XVI denigraba la promoción de la indiferencia religiosa o el ateísmo como algo que obstaculiza nuestro verdadero desarrollo, porque hace imposible que los países se beneficien de vitales recursos espirituales y humanos. Los países desarrollados económicamente exportan en ocasiones su visión reductiva de la persona humana a los países pobres, señalaba.

Si la sociedad prescinde de la aportación de la religión, puede caer en el error de prestar demasiada atención a las preguntas sobre "cómo", y no el suficiente a las muchas cuestiones del "por qué" que subyacen a la actividad humana, advertía el Papa. "Cuando predomina la absolutización de la técnica se produce una confusión entre los fines y los medios, el empresario considera como único criterio de acción el máximo beneficio en la producción; el político, la consolidación del poder; el científico, el resultado de sus descubrimientos" (número 71).

Para evitar esto es necesario que el cristianismo tenga un lugar en la vida pública y que se unan razón y fe, purificándose una a la otra, explicaba el Papa (número 56). Si no tiene lugar este diálogo la humanidad pagará un enorme precio. Algo digno de recordar la próxima vez que alguien diga que la religión debe quedarse fuera de la política.



[Traducción de Justo Amado]



jueves, 28 de octubre de 2010

Benedicto XVI en Inglaterra: Libertad religiosa y felicidad pública - P. Horacio Bojorge

Benedicto XVI en Inglaterra: Libertad religiosa y felicidad pública
P. Horacio Bojorge, SJ


Una relectura desde el Río de la Plata, pero válida también para América Latina y el Caribe.


Lo que SS. Benedicto ha dicho en Inglaterra es un mensaje para el mundo, para toda Europa, pero también para el resto y para el país desde donde escribo: Uruguay así como para otros países de este hemisferio. Me permito pues editorializar a propósito de estas decisivas afirmaciones.

Mientras en Europa se acaba de zanjar la discusión sobre el derecho a la objeción de conciencia, en este mismo momento, en Uruguay el ejercicio de ese derecho se le está denegando a profesionales e instituciones de la salud.

Es razonable temer que el mismo principio en que se basa hoy ese "desconocimiento" justificará en lo sucesivo la imposición de un pensamiento único en los demás ámbitos de la vida pública, como pueden ser las instituciones de enseñanza. De ahí la actualidad del reclamo del Papa que expongo sintéticamente aquí.

En el encuentro con las autoridades de gobierno en el Holyroodhouse Benedicto XVI ha dicho que si se excluye la reflexión sobre Dios y sobre la religión en la vida humana "sobreviene una visión trunca del hombre y de la sociedad".

Por esto, las instituciones religiosas, incluyendo las instituciones católicas, "deben ser libres de actuar de acuerdo con sus propios principios y sus propias y específicas convicciones". Lo que está en juego es la libertad, que no por ser libertad religiosa es menos respetable y sagrada que cualquier otra libertad.

Al escuchar esta afirmación del Papa me hago las siguientes reflexiones.

Es sorprendente que en un mundo donde la libertad es reconocida en teoría como derecho humano fundamental, se considere políticamente correcto desconocerla, impedirla y arrebatarla en la práctica sin ningún escrúpulo ni la más mínima vacilación, negando a las personas la libertad para configurar su vida de acuerdo al imperativo de su conciencia, incluida su visión religiosa de la vida.

Es extraño que esté ocurriendo la privación tiránica de libertad, dentro de regímenes que proclaman, al parecer sinceramente, ser democráticos y respetuosos de las libertades. Por eso resulta también llamativo que el Papa tenga que salir a defender algo tan elemental y en apariencia admitido como obvio por los actores políticos contemporáneos.

Es extraña también que reine una extendida sensibilidad hemiplégica de influyentes actores políticos que al mismo tiempo que luchan por la libertad y los derechos de ciertas minorías y se esfuercen en reconocerlas en las leyes, desconozcan e impidan, también por via de leyes, el ejercicio de las libertades y derechos religiosos, particularmente de los derechos de los católicos. Da la impresión de que sólo esos derechos de los cristianos fuesen considerados incompatibles o reñidos con el bien común que se pretende tutelar recortándolos.

En efecto, ha dicho el Papa hablando en el Westminster Hall, en el encuentro con autoridades civiles, que la fe no es un "un hecho puramente privado y subjetivo", sino "la fuente de nuestra felicidad última como individuos".

Así puede resumirse el razonamiento central que Benedicto XVI ha hecho en su histórica visita a Gran Bretaña desde el 16 al 19 de setiembre de 2010. Este razonamiento ha sido el hilo conductor de sus intervenciones en los varios encuentros que ha tenido en Edimburgo, Glasgow, Londres y Birmingham donde terminó su viaje con la ceremonia de Beatificación del Cardenal John Henry Newman.





martes, 26 de octubre de 2010

Pettinato, un poco más de lo mismo

Pettinato, un poco más de lo mismo


El martes 28 de septiembre, en el programa “Un Mundo Perfecto” del animador Roberto Pettinato, se hizo un chiste ironizando sobre el mayor tesoro que tenemos los católicos, que es el SANTISIMO CUERPO DE JESÚS. En el programa se decía que en las iglesias, se debería cambiar las hostias por papas fritas... de esa forma se lograría mayor afluencia de fieles en las misas. Además se hizo una parodia con alguien al que se le daba una papa frita como si fuera una hostia.

¿Será el momento de decir basta a todos los agravios que gratuitamente los católicos recibimos de irrespetuosos como este animador, el cual no tiene con que valorar algo tan sublime como es el SANTISIMO CUERPO DE JESÚS?.

Por agravios mas chicos que este, los Judíos ya hubieran interpelado al propio canal y pedido la renuncia del animador, y los Musulmanes hubieran hecho volar el canal.

Una cosa es la mansedumbre de corazón y otra la complicidad con la blasfemia y la herejía.





viernes, 15 de octubre de 2010

Fe y oración son base del éxito del ingeniero católico que hizo perforación de rescate

Fe y oración son base del éxito del ingeniero católico que hizo perforación de rescate


HOUSTON, 13 Oct. 10 (ACI).- Greg Hall es el dueño de la empresa Drillers Supply International, responsable de la perforación que permite el rescate de los 33 mineros atrapados en un yacimiento chileno. Este ingeniero estadounidense, que se confiesa un devoto católico, asegura que la fe para superar los obstáculos y la oración cotidiana fueron las claves del éxito de su misión.

Hall, que el 12 de febrero será ordenado diácono permanente, expresó su emoción a la cadena Fox. "Ha sido un arduo trabajo pero vale la pena porque ahora estos 33 mineros se pueden reunir con sus familias. Es impresionante ver cómo en el lugar en donde pasé tanto tiempo y puse tanto esfuerzo estos mineros están saliendo, es un sentimiento maravilloso", indicó.

La empresa de Hall opera en Chile desde hace más de 20 años y se especializa en perforaciones en roca dura. El Ministerio de Minería de Chile la eligió para perforar el túnel de 622 metros por que el salieron los mineros como parte del llamado "Plan B".

El ingeniero explicó que trató de mantenerse al margen de los mineros de manera afectiva para no perder la concentración en una tarea tan complicada, pero siempre recibió el agradecimiento de los familiares apostados en el campamento Esperanza.

Su esposa Angélica comentó que sintieron el "peso del mundo" sobre sus hombros cuando supieron que su empresa sería la encargada de la tarea. "Todo lo que sabían sobre estos procedimientos tuvo que cambiarse porque era la primera vez que taladraban para rescatar vidas humanas. La perforación tenía que ser muy precisa, muy cuidadosa para que no se originara un derrumbe. Ha sido muy tenso", indicó.

"Pero también ha sido todo muy emotivo, ha involucrado mucha oración, muchas capacidades, mucho planeamiento y preparación, para hacer las cosas lo más perfectas posibles", añadió.

Hall conserva como recuerdo de su misión una carta en la que los mineros "básicamente me dicen gracias por el plan B. Gracias por no desfallecer. Es algo que voy a atesorar por siempre".

El ingeniero explica que no ha sido este trabajo lo que le ha ayudado a crecer en la fe, sino la fe la que lo ha sostenido durante este proceso al que considera "de lejos, la tarea más difícil técnicamente para una perforación. Esos momentos en los que todo parecía fallar eran momentos para la oración".



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